No hay que ser ni
el norte ni el sur
ni amarillo, rojo
o azul
Los días se
cuentan solos
los años echan la
vista atrás
Quien consigue
amar, plasmarlo
en cada letra o
susurro
Porque los
silencios abundan
y es lo que más se
lee
La mente,
dictador, el miedo, asesino
Los tiempos que
borran y no corren
La mano de una
mujer no acariciada, olvidada
con cada parpadeo
que grita
Lamentos que
cruzan mares y no saben volver
El brillo que
desconoce el sol y la luna
Ojos que conocen
pero eligen
y no miran hacia
el norte ni el sur
Un viaje, un
horizonte, un recuerdo futuro
Atreverse.